jueves, 12 de marzo de 2009

Un ensayo para compartir!!!

ARQUITECTANDO ALEGRIAS: Despresurizando una realidad circunscrita.

“Septiembre, una noche observé a un hombre que sostenía una aspiradora en la cabeza e intentaba aspirar las estrellas. Era un trabajo inútil. No tenía la máquina enchufada”. John Hejduk (Victims, 1986)

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Otra tarde sabatina de templada amenidad en Sao Pablo, Alicia emergiendo nuevamente de la estación Brigadeiro del metro paulista. Plausible crónica urbana que como todas, surge a la espera del encuentro de autonomía programática con su “filogénesis”; una cárcel temporal denominada COTIDIANIDAD.

Reverdecientes efervescencias connotan el hecho, una serie de layers en yuxtaposición. En primer plano, el andén desgastado por el alto tráfico de otros conjuntos de ideas, ilusiones, restricciones, problemas, pensamientos, diversidades, amores, desamores, egoísmos, dislexias y otro sartén de ingredientes que en plena edad contemporánea, caracterizan la nueva sazón de la condición humana (concrescencia de cadáveres exquisitos en búsqueda de explicaciones a fenomenologías producidas en sí mismas y a sí mismas...la máxima expresión de la inflación existencial).

En segundo plano la nueva plataforma de flujo, la selva avant garde, madre y padre de la CONGESTIÓN, caracterizada por su textura asfáltica negra; a veces cálida otras fría, adjetivizada en dependencia del humor del astro solar.

Alicia se mimetiza intersticialmente al calmado entorno, que carece del stress semanal, diacrónico por naturaleza. Así fluye, empujada por el ahínco de volver a su caverna por una ducha caliente (de 2.5 kilovatios) antes de pivotear a la otra selva; aquella colorida y ruidosa que se genera en la nocturnidad de la urbe, a través de un mosaico de sugerentes antros y tabernas de reluciente y actualizado performance.

En su camino sufre aparte del percance con el tacón de su zapatilla, otro altercado...una señora indigente preparando su disléxico hábitat, repentinamente rompe la burbuja que en Alicia provoca su “manzana sonora”. Un nanométrico corto circuito invade un segundo de existencia y voltea su mirada (un acontecimiento cuya existencia se genera como producto de la teoría de la relatividad y Einstein).

La gente vuelve a casa, el solsticio de invierno permea el “pizarrón negro” antes de lo esperado. Los transgénero y las prostitutas abordan el metro, salen del arrabal y se maquillan en el camino.

El cuarto layer de este reel cinético advierte a Alicia que a solo dos bloques más, justo perpendicular a la “calle del medio” en la cual se moviliza, su torre de apartamentos multifamiliar la espera fulgurantemente. Un sobrio saludo al portero se ausenta!, no hay disponibilidad, la burbuja constriñe con un sampler lounge de capoeira.

Trece escalones y un descanso, trece escalones más y un nivel, se multiplican por siete (¿qué otro camino queda?, el mecánico del ascensor amaneció indispuesto, por la etílica noche anterior).

90° sentido horario, y la manecilla abre. Así el acontecimiento de volver a casa sana y salva, va directo a la carpeta de reciclaje del disco duro, que como buen autómata binario se autodenomina…“VIDA”.

Ahora bien, tomando en cuenta la éxitosa desprezurización; volvemos al punto cero. Existe entre este conglomerado de grafemas una única cuestionante:
“Si conocemos el Sistema Operativo y su dinámica algorítmica de interfase, ¿Quién origina y actualiza la interfase retroactuante del sistema en discusión?”. ¿El usuario, los poderes políticos o económicos en la toma de decisiones, los promotores, los arquitectos? , ¿QUIENES?

Sin duda alguna, hay que plantearse un silogismo de partida para responder a esa pregunta. Así, de manera análoga al más avanzado procesador de datos de ¨10 ghz¨ (de tercera generación), el reloj suizo o el motor de propulsión a vapor del Siglo XVIII; el sistema operativo emerge, funciona y se actualiza a través de un ENGRANAMIENTO Sistémico.

Contextualizando la prosa-prefacio de una crónica urbana con éste silogismo, vislumbramos entonces algunas falencias del engranamiento, transversales disyuntivas dialógicas de cada uno de sus dientes y una disfunción emergente que se cataliza en co dependencia del caos; a lo cual únicamente la “mediática presurización”, enmarcada en la incognicidad e incapacidad de sus autores, conduce hacia una “ESTABILIDAD CIRCUNSCRITA” de carácter lineal y mecanicista.

No cabe duda que el pre-texto rizomático conduce a otra cuestionante más, ¿Qué debemos o más bien qué podemos hacer al respecto?. Basta responder esa pregunta con otra, ¿qué podemos quienes?; es ahí donde la comprometida y objetiva identificación de roles asume vital consideración.

Entonces si hablamos de roles, ¿hasta donde como arquitectos o urbanistas podemos incidir en la construcción de una sociedad más auto y eco-organizada en términos sistemáticos?

Consideremos que una de las “Emergency Exit”, se genera imaginando que las edificaciones organicen información, y así mismo, la manera en que esa información organiza la experiencia de la ciudad.

En un marco más específico, esto se refiere a una especie de procesamiento hiperindéxico de las funciones primitivas de nuestros programas; que a medida impriman mayor cantidad de información, traducirían resoluciones más complejas acerca del hecho urbano.

La ruta más viable para materializar dicha intención, sería a través del conocimiento, entendimiento, cavilación y proposición de caminos orientados al nuevo paradigma de la complejidad; alrededor del cual surgen caracteres de multiplicidades, cuyas bifurcaciones permiten la sustitución de un conocimiento tipológico por uno poblacional.

De manera que se pueda extender el pensamiento hacia la evolución que cada ciclo transmuta en su devenir, donde sin duda vemos como la envolvente que representa el hacer ciudad tiene cada día mayores
inflexiones y divergencias.

ARQUITECTANDO DE ARQUITECTAR, arquitectar de diseñar, construir y materializar, de converger y establecer acuerdos, los cuales se deslizarán en una plataforma capaz de articular injerticialmente una identidad cargada de singularidades; identidad que debe ser asumida constantemente, pero en la inmediatez cuestionada en la misma magnitud.

En la medida que la megalomanía y la omnipresencia desaparezca del dominio de la arquitectura, y en la cual el proceso esquizofrénico configure nuevos horizontes de proyectación, será posible establecer conjeturas para ARQUITECTAR ALEGRIAS.


Punto y seguimos…loading está dormido!


[KAKO]
AUTOR: CARLOS VALLADARES, ARQ

Nota: Este ensayo fue presentado para el II Concurso Internacional de Ensayos Acontecimientos Arquitectonicos. Barcelona- España, 2009.



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